¿Nieve o nubes? ¿Qué es lo que corona la cima del Fuji un 22 de septiembre, recién iniciado el otoño? Es lo que se preguntan dos amantes, reencontrados tras muchos años, mientras observan desde un tren al mítico monte, realizando un breve viaje nostálgico para mitigar dos desgracias inmensas: la del hijo recién nacido, arrebatado y perdido, tal vez muerto, y la separación dolorosa y definitiva de ambos en medio de la Guerra.
Es el tema de ‘Primera nieve en el monte Fuji’, relato que da título a un libro, clásico ya, del Premio Nobel Yasunari Kawabata (1899-1972). Seleccionados por el propio maestro en 1958, esta gran obra, por raro que pueda parecer, tardó 50 años en publicarse en nuestro país. Contiene nueve fascinantes cuentos y una pequeña pieza dramática ambientada en el Japón del siglo XII.
Leer estas páginas supone una experiencia única de aproximación a la sabiduría de un autor que conjuga magistralmente naturaleza con urbanismo, tradición con modernidad, sexo con ascetismo. El tiempo, el paso de la estaciones, los recuerdos, se mezclan en un mosaico de seres que intentan conocerse a sí mismos, que viven con el peso de sus decisiones insólitas, que encaminan su existencia en medio de una maraña de sentimientos, a veces contradictorios, a veces, clarividentes.
Kawabata crea una gama de peculiares personajes que configuran, dan entidad y solidez a sus relatos: Takako vive tres relaciones amorosas simultáneas, que le hacen replantearse su propia identidad como persona; a Yuko le roba el monedero precisamente una madre a la que está ayudando; Momosuke se convierte en travesti para librarse de ir a la Guerra y luego sufre una transformación profunda de identidad sexual; Omiya Akifusa entra en un estado de mudez absoluta como consecuencia de un derrame cerebral y se niega, además, a escribir, aunque sea torpemente, cualquier palabra; Jiro y Utako, pareja del pasado, se encuentran casualmente y realizan un viaje terapéutico; una madre lee historias a su hijo loco desde la hoja en blanco que creyó escribir él; Kozumi, escritor, recibe la visita de una supuesta amante del pasado, a la que no recuerda, pese a los numerosos detalles de la relación que ella le transmite; un taxista es invadido por el fantasma de una mujer joven que se sube al taxi en un lugar concreto del camino, al lado de un crematorio, en la medianoche…
En cuanto a los campos temáticos, son muy amplios y variados, centrándose en la complejidad de las relaciones humanas, la comunicación directa y vital con la madre naturaleza, el efecto devastador de la guerra en la psique, la gran influencia que tiene el pasado en la vida, regresando siempre de alguna manera y transformando a las personas («los recuerdos del pasado son, sin duda, un don de los dioses»), el valor de la palabra y del silencio, el sexo como motor condicionante y revelador del autoconocimiento, la dualidad de caracteres, viajes, rituales, gestos, observaciones cotidianas… El universo de Kawabata es multivariado y desbordante de sentido, sencillez y sensibilidad. El punto de vista femenino, hondo, sensual, inconformista y fantasioso, es crucial en cada una de las historias, así como las culturas y tradiciones japonesas. Encontramos, además, historias dentro de una propia historia, lo que demuestra la versatilidad de la fecunda imaginación del escritor japonés. La estructura de los cuentos no suele responder al esquema introducción/nudo/desenlace; son narraciones imprevisibles en su conclusión, que dejan, a veces, preguntas sin responder sobre la trama o que invitan a una continuación.
La Naturaleza es un tema recurrente, influye plenamente en la vida, bien gozando de su belleza, transmitiéndonos señales reveladoras o avivando nuestra reflexión: la nieve, las puestas de sol, los ríos, los árboles, las gotas de lluvia…
El lector se interna en una prosa fluida, directa y delicada, marca reconocible del maestro, exenta de detallismo innecesario y fatigosas descripciones; todo lo que narra tiene su sentido (real o simbólico) dentro de la historia. Hoy, a casi 60 años de su publicación, ‘Primera nieve en el monte Fuji’ mantiene intacta la belleza, profundidad y validez de sus propuestas existenciales. Un libro tan puro y nítido como la mismísima nieve.
Texto de ANTONIO GÓMEZ HUESO y pieza gráfica de IVÁN ONEKA.