Dunkerque’ no es cine bélico o una película que transcurre entre trincheras. Adopta el punto de vista del soldado que ansía sobrevivir. Sientes adhesión emocional aunque apenas conoces nada de ellos, pero quieres que escapen de ese horror. El relato queda en segundo plano porque el discurso reside en la fotografía, el montaje de los tres espaciostemporales que lo divide y en la banda sonora que potencia el sonido de una guerra. Las tres historias se yuxtaponen constantemente y a veces te sientes perdido ante un Nolan que como en ‘Interestellar’ o ‘Inception’ reclama un receptor atento y activo. Los personajes son anónimos, desertores y héroes en las sombras, pero todos están inmersos en la misma pesadilla. Hermoso y emocionante final cuando vemos aparecer la pequeña flotilla de botes, barquillas y barcos de recreo en un despliegue de solidaridad hacia los soldados sorprendidos de la alegría de sus paisanos aunque la batalla esté perdida.
Texto de MARÍA JOSÉ MORENO.